Principal
Tiedra
Asociación

 

Revista "EL TAYO"           

 

Numeros 1 al 5

(En esta página encontrará artículos publicados en la Revista

EL TAYO, referidos a historia, monumentos y tradiciones de TIEDRA)

Nº 1 La Civitas Vecceo-Romana de Amallobriga

Nº 2 La Fiesta del Corpus

Nº3 La Fiesta del Ofrecimiento en los años 30

Nº 4 Notas Sobre el marquesado de Tiedra

 

 

NUMERO 1(SECCIÓN HISTORIA)

"LA CIVITAS VACCEO-ROMANA DE AMALLOBRIGA"

 

A escasos metros de Tiedra, los pagos de La Ermita, Ceniceros, Alderete, Piedrahita y la Rana, guardan bajo sus tierras los restos de la "civitas" vacceo-romana de AMALLOBRIGA, zona que fue declarada en 1992, como Zona Arqueológica de Interés cultural, por la Junta de Castilla y León.

A falta de una rigurosa excavación, los hallazgos fortuitos y la técnica de la fotografía aérea nos aportan datos de cómo era dicha ciudad.

El emplazamiento ocupa el extremo elevado de un amplio espolón del borde del páramo de Torozos, dominando estratégicamente y visualmente una extensa zona de Tierra de Campos y la campiña del Duero.

Ocupa una extensión de más de 15 has. A una altitud superior a los 810 m. Esta zona estuvo ocupada ininterrumpidamente desde la 1ª Edad del Hierro, cuando tribus que procedencia Halstática, que estaban procediendo a su sedentarización, se asientan en una media hectárea del pago de Alderete y sus laderas, la parte mas elevada del emplazamiento, a 827 m. de altitud, defendiendo el flanco contra el páramo con una muralla, en el Siglo VIII a. C.. Con posterioridad, los vacceos ocuparán y ampliarán la extensión del asentamiento.

Los vacceos son el pueblo celtíbero que ocupa el valle del Duero occidental antes de la romanización. Son un pueblo agrícola y ganadero con una concepción colectiva de la propiedad de la tierra. No constituyen un estado y la sociedad estaba compuesta por un conjunto de comunidades unidas por un vinculo de sangre y vecindad, pues tenían un origen común, una misma lengua y religión, así como unos pactos que les comprometían ante sus dioses a actuar conjuntamente ante cualquier enemigo exterior.

Su organización social se basaba en "gentes" y "gentilitates", pero a mediados del S. II a.C., existen dos prácticas que nos indican la evolución hacia una jerarquización social: la "devotio" y el "hospitium". Indico esto porque la "tessera hospitalitis" encontrada en Montealegre en 1987, hace referencia a los Amallobricenses.

Los vacceos serán progresivamente conquistados por Roma, sufriendo profundos cambios en su cultura y sus formas de vida. El Inicio de la romanización en esta zona se produjo con las campañas de Lúculo el 151 a.C., pero aquí el ejército romano no tuvo que utilizar la fuerza, a excepción de algún ataque de Escipión, porque los vacceos proporcionaban trigo a Numancia.

Aquí la conquista estuvo encubierta por razones políticas de defensa o de alianza y la misión fundamental de las legiones, fue la introducción de una organización política, económica y social diferente, que afectó a toda la comunidad vaccea y a sus costumbres, de un nuevo idioma: el latín. Puede asegurarse, que tras la caída de Numancia (133 a.C.) los vacceos pasan a formar parte del Imperio Romano.

Uno de los aspectos más visibles de la romanización, fue la construcción de calzadas para comunicar entre sí las ciudades más importantes, para el traslado de las legiones y para desarrollar el comercio. Conocemos estas vías a través del Itinerario de Antonino: La vía 22 "ab Emerita Caesaraugusta" señala por donde discurría en esta zona: Albocela (Villalazán) – Amallóbriga (Tiedra) – Septimancas (Simancas). El Códice "Ravennate" indica otro camino que comunicaba Amallobriga con Intercatia (Aguilar de Campos)

La dimensión de la "Civitas" de Amallobriga, supe-raba ampliamente las 10 Has. La inexistencia de condicionantes naturales dentro de este espacio, nos lleva a pensar, que todo el asentamiento sería espacio habitado con uno ordenación interna concreta. Se detecta la existencia de áreas diferenciadas, ya sea por razones de prestigio social, ya sea por razones funcionales. Existe también suelo no edificado en su interior, lo que nos lleva a pensar en una planificación urbanística avanzada, tanto si lo consideramos suelo "urbanizables" o espacios de uso público.  

La diferente alineación de las barriadas, alejadas del centro, hace presumir, que el urbanismo indígena quedó fosilizado en esta zona, algo lógico si pensamos que la población seguía siendo mayoritariamente (quizá el 98 %) vaccea.

En un momento determinado la extensión del caserío determinó el aterrazamiento de algunas de sus laderas. Las viviendas tenían planta cuadrangular, construidas sobre cimientos de piedra caliza con alzado de adobe.

Tanto dentro del asentamiento, como en sus laderas, aparecen cenizales o ceniceros, que podrían ser vertederos de materia orgánica o bien deposiciones de gran volumen originados por grandes labores de reforma o reorganización urbanística del interior del hábitat, pues en ellos se recogen abundantes restos de cerámica celtibérica junto a restos romanos.

En función de la diferente trama urbana podemos diferencias tres barrios en Amallobriga: El más extenso ocupa la parte central y meridional del asentamiento (entre el camino viejo de la Ermita y Alderete), donde ocho calles paralelas organizan la distribución de las viviendas entre los 25 m. que las separan. Al norte (a la derecha del camino viejo en dirección a la Ermita) se identifica un segundo barrio, que no ofrece evidencia de calles organizadas y donde los edificios tienen una orientación distinta a los del primer barrio. En un tercer barrio ( al principio del camino nuevo), se aprecian construcciones cuadrangulares sin orientación definida. La fotografía aérea no ofrece, por ahora, más datos.

Para terminar, quiero indicar, que la catalogación de esta zona por la Junta de Castilla y León como Bien de Interés Cultural, significa una ambigua protección. Es frecuente ver por las inmediaciones a personas con detectores de metales, cuyo fin, es localizar monedas o bronces romanos, que tienen un alto valor en el mercado de antigüedades, pero que nos priva a todos, de un legado histórico, que nos pertenece e impide conocer nuevos datos sobre el pasado de Amallobriga. Protejamos nuestro patrimonio, y evitemos el expolio de unos desaprensivos, que por lucro personal, realizan actividades penadas por ley. La mejor solución para terminar con estas actividades, es la denuncia inmediata de los hechos a los agentes de la autoridad.

 

Autor Nunilo Gato


NUMERO 2 (SECCIÓN TRADICIONES)

LA FIESTA

DEL

CORPUS

 

No siempre la fiesta del Corpus se celebró como ahora la conocemos.

Si preguntas a los mayores te podrán ampliar y te explicarán cómo se celebraba esta fiesta. Nosotros hemos querido hacer este artículo para no olvidar nuestro pasado y que quede constancia escrita de una fiesta que llevamos muy hondo.

Miércoles de Vísperas:

Este día, y por la tarde, se traía la Virgen desde la ermita a la iglesia del Salvador. Se hacían las vísperas cantadas a las que asistían los cofrades del Señor. También ponían unos hachones de cera que luego se utilizaban en los entierros de los cofrades. Se quedaba la iglesia abierta para que pudiese ir la gente a hacer oración a la Virgen. Y ya en esta noche comenzaba el baile en la plaza.

Jueves del Corpus:

Antes de misa había una procesión en la que se trasladaba la Virgen desde la parroquia del Salvador hasta la de S. Pedro. En esta procesión la Virgen era acompañada por los santos del Salvador, entre otros S. José y S. Antonio, que se ponían en andas para la ocasión.

También recordamos que antiguamente de la parroquia de S. Miguel (en esta se solían hacer las flores a María en el mes de Mayo y se daba la doctrina) salía también en procesión la Virgen del Rosario en dirección a S. Pedro para reunirse con los otros santos, ya mencionados, del Salvador y los de S. Pedro, que los cofrades y devotos habían puesto en andas como: la Virgen del Carmen, la Purísima, el Corazón de Jesús, el Niño Jesús, ...

A continuación se celebraba la misa solemne del Corpus Cristi y salían todos en procesión por las calles del pueblo. Era todo un acontecimiento: primero la cruz alzada y los ciriales, seguido los pendones y estandartes de la Virgen. Después el Santísimo bajo palio llevado por los cofrades del Señor con las varas. Luego la Virgen y todos los santos en andas. Acompañaba también la Guardia Civil vestida con uniforme de gala y todo el pueblo se hacía presente en la procesión.

En la plaza mayor se colocaba un altar adornado con flores, velas y cortinones, allí se hacía una parada: nos poníamos de rodillas y se daba la bendición con el Santísimo, estábamos con respeto y devoción. La plaza se quedaba pequeña de la gente que había. Al final del acto se "soltaba el reloj", es decir, tocaba la campana sin límite, y se tiraban cohetes al aire en señal de fiesta y alegría. También acompañaban todas las campanas de las iglesias. Al acabar la procesión, el Santísimo iba en dirección a S. Pedro, la Virgen volvía al Salvador y los demás santos iban a su parroquia, acompañados por cofrades y devotos.

Por la tarde salía la procesión del Salvador con la Virgen en dirección a S. Pedro. En esta procesión empezaban las posturas y cada postor cogía la insignia por la que había pujado. En el atrio de S. Pedro se remataban las posturas que habían quedado por subastar y se entraba en la iglesia para dejar allí la Virgen.

El resto de la tarde y por la noche había baile en la plaza.

Viernes de Minerva:

Comenzaba con la misa por la mañana en SAN PEDRO. Era concelebrada por tres sacerdotes: D. Dictinio, D. Gregorio y D. Ramón, si faltaba alguno subía de Benafarces D. Francisco. Se revestían con las ternas que tenía la Virgen, unas elegantes y vistosas ropas litúrgicas que usaban los concelebrantes para esta ocasión.

A continuación se hacía la procesión de la misma manera que el día anterior: con el Santísimo, la Virgen, los pendones y estandartes que ya llevaban los postores, y todos los santos en andas. En la plaza se volvía a repetir el mismo acto y se terminaba en S. Pedro donde se quedaban todos los santos.

Por la tarde se salía de S. Pedro: la Virgen acompañada con todos los santos hasta la ermita. Allí se dejaba la Virgen con sus pendones y estandartes. Se cantaba la salve y se venía a prisa con los santos para llevarlos a sus parroquias.

Después el refresco: los postores y el patronato se juntaban en el ayuntamiento, los demás cofrades y devotos en casa de los mayordomos. Todos los que habían llevado santos eran invitados de una u otra manera. Además el patronato invitaba a los postores a una cena como agasajo por haber dado el donativo a la Virgen en la subasta. Al final de la cena se les daba una escarapela y una docena de cohetes.

El baile en este día era largo ya que se unía con la sopa de los postores: después de estar en la plaza durante una buena sesión, la música iba por las calles tocando y se paraba en la plazuelas para seguir bailando. Todo esto estaba "aderezado" con cohetes, carretillas y bombas. De tal suerte que al amanecer se saludaba al día con música. A eso del medio día, se comían las sopas de los postores y se echaban los últimos bailes.

Por la mañana acababa la fiesta y todos a dormir.

Marino Alvarez

Julia Alvarez

Ildefonso Prieto

 

 

 RECETA:  SOPA DE POSTORES

 Ingredientes usados en la fiesta para hacer tres cazuelas:

700 gr de jamón

800 gr de chorizo

2 docenas de huevos

sal

1´5 Kgr de manteca

11 panes

pimentón

ajos

 

1º Se prepara una buena hoguera para tener abundantes brasas, un buen rescoldo.

2º Se pone a calentar la manteca y a cocer los huevos.

3º Mientras, se machacan los ajos junto con el pimentón. Y se le añade la grasa hirviendo. Así no se pega el pimentón. Luego se añade el agua según convenga.

4º A continuación, se prepara una mezcla con los huevos cocidos, el jamón y el chorizo picado todo ello muy menudo.

5º En una cazuela se pone: una tapa de pan migado y encima una tapa de la mezcla (huevo, chorizo, jamón), otra de pan migado y otra de mezcla hasta que se vaya llenando la cazuela.

6º Al final se echa el caldo con un cazo para que se vaya empapando el pan hasta que se cubra bien de caldo. Sin moverlas ni revolverlas. Y se tapa con una tapadera más grande que la cazuela con el fin de que no entren las brasas.

7º Se ponen a hervir en las brasas: de tal manera que estén las brasas por todos los lados. Encima de la tapadera también se echan las brasas porque así se hace corteza todo por igual. Estarán hirviendo alrededor de dos horas. De vez en cuando hay que mirarlas para ir cogiendo el punto.

8º Repartir cucharas y a comerlas:

! Buen provecho !

Sara García Pérez

 

 Estas son las sopas de los postores que ha estado haciendo Sara mientras era algüacil su marido. Ella las ha visto hacer desde siempre en su casa y es de esta manera como las ha preparado varios años para la fiesta del Corpus. La felicitamos por conservar las tradiciones y la damos las gracias por darnos a conocer esta receta, que la ponemos en manos de los lectores para disfrute de todos.


NUMERO 3 (SECCION TRADICIONES)

LA FIESTA DEL

OFRECIMIENTO

A NUESTRA SEÑORA DE TIEDRA VIEJA

EN LOS AÑOS 30

 

 

La fiesta era en Septiembre el domingo siguiente al día 8. Se comenzaba con el novenario a la Virgen: sólo había novena porque las misas eran por la mañana en la parroquia. Se cantaban los gozos como se cantan ahora y se leía la novena con todas las oraciones del libro. La Virgen solía tener unos mayordomos. Ellos se encargaban de los gastos de la Virgen durante el año: empezaban en las Candelas, continuaban el día del Cirio y la fiesta del Corpus, terminando con esta fiesta del Ofrecimiento. (Esta fiesta se cambia al mes de Agosto alrededor del año 70).

La víspera de la fiesta:

El sábado, al finalizar la novena en la ermita, se venía y se daba un refresco en el ayuntamiento. Si había mayordomo el refresco era en casa del mayordomo, allí iban las autoridades y los invitados del mayordomo. Si no había mayordomos, en el ayuntamiento. Después "la música de Villafranquita": era la orquesta de Villafranca de Duero, decíamos que soplaban tanto que levantaban las tejas del tejado. Tocaban muy bien y ya se preparaba el baile de por la tarde en la plaza hasta las diez. Después de cenar empezaba el baile de la noche. Estos músicos solían venir con los carros llenos de sandías que luego vendían en la fiesta. También en esta noche se solía dar una sesión de fuegos artificiales en la plaza antes del baile.

Ya este día de vísperas, el sábado por la tarde, empezaban a venir los ganaderos de los diversos pueblos de la provincia de Zamora donde la fama de la Virgen de Tiedra tenía muchos devotos. Venían en burro con su cordera adelante. Había dos posadas: la más famosa era la de Sr. Pepe "el cojo" que tenía gasolinera, la otra la del Sr. Felipe "el escabechero". Los que venían con las corderas de vísperas dormían en unas sacas de paja, sobre todo los de los puestos de chucherías. Venía mucha gente a ofrecer de todo esos pueblos, se la tenía por muy milagrosa.

El domingo de la fiesta:

La música del pasacalles nos despertaba y nos ponía ya en danza desde por la mañana durante los tres días de la fiesta. Hubo años que venían de Valladolid una Banda de los militares, muy uniformados, muy elegantes. A veces el pasacalles se hacía con las dulzainas del pueblo: Virulo y Cofre, estos sobretodo solían tocar en las Candelas y en las Águedas.

De las primeras cosas que se hacía era ir a recoger la "cáñama": consiste en un donativo que se da a la Virgen y te daban un kilo (más o menos porque no lo pesaban) de carne de ternera o de oveja, algo más de un litro de vino, un kilo de peras de Donguindo y unas avellanas. Donde está ahora la consulta del médico los dos carniceros del pueblo (el señor Martín y el señor Pelegrín), encargados por el ayuntamiento, repartían los trozos de carne y el aguacil el resto. Para el vino llevabas como unas botellas de "bomba" que decíamos, porque tenían un cuello fino y la parte de abajo ancha.

A recoger la "cáñama" iban muchas personas: de Tiedra y de los pueblos de alrededor que venían a la romería o hacer la ofrenda de la cordera a la Virgen. Las corderas se dejaban en el corral del ayuntamiento durante toda la mañana y luego se iban a la misa a la ermita . Venían de Malva, Bustillo, Pozoantiguo, Sanzoles, Villavendimio, Fuentesecas, Villardondiego, .... Toda esta gente que viene a ofrecer las corderas sigue una tradición de sus antepasados que siempre lo han hecho así y no lo quieren perder. Solían ser ofrendas hechas a la Virgen por alguna enfermedad, por alguna promesa, por algún favor pedido en los negocios o trabajos....

También todos los ganaderos del pueblo criaban la mejor cordera para la Virgen, a veces ellos lo comentaban todo orgullosos "mira esa cordera es la de la Virgen". Ahora esto está decayendo, se mantiene la tradición pero no con el mismo auge.

Después de coger la cáñama, y lo más arreglado posible, se iba a la misa de la romería en la ermita. Había sermón con grandes predicadores (magistrales de Zamora, profesores del Seminario, y D. Matías, sacerdote hijo del pueblo). La misa era concelebrada: D. Dictinio, D. Ramón y D. Gregorio, el párroco de Pobladura. Si faltaba alguno se invitaba al de Benafarces.

Después de la misa en la ermita se venía al ayuntamiento y a estos señores que regalaban la cordera a la Virgen se les daba un refresco a costa del ayuntamiento. Allí mismo, en la plaza, la orquesta tocaba unos bailes. Sobretodo bailaban mujeres porque los hombres estaban en los bares y las mujeres, en ese tiempo, no entraban en ellos. También era el momento de empezar a sacar la entrada para los toros.

No podemos olvidarnos de los muchos puestos que estaban alrededor de la ermita con chucherías y caramelos: de Tiedra no faltaban la tía Chusca, la Cirilina, los barquilleros: Pepa y Agustín, con su bombo al hombro y el carro de los mantecados... y también gente de fuera como "Foroso" que era de San Pedro, vendía unas estupendas almendras, a veces hacía rifas con las cartas de la baraja. Todos los críos buscábamos la propina en padres y parientes para ir enseguida a gastarla en golosinas. La tía Chusca tenía mucha fama, se llevaba todos los chicos porque vendía tijeras y llaves de caramelo.

La comida estos días era especial: se hacía un buen cocido, se sacaba el chorizo gordo y los adobos, se mataban los gallos,... y además de la fruta (melones, sandías y melocotones) se hacía arroz con leche o natillas. También había costumbre en los ganaderos de regalar por estas fechas leche cuajada: solía ser la víspera de la fiesta cuando el ganadero donde comprabas la leche venía a regalarte leche cuajada que estaba riquísima. Por la tarde, alrededor de las cinco, se hacía la subasta de las corderas que habían regalado. El dinero que se sacaba era para la Virgen. En la subasta estaba el ayuntamiento, el sacerdote, los mayordomos con las varas, los que iban a pujar y todos que tenían interés en verlo. A todo aquel que hacía una puja se le daba una medida de avellanas de un saco que allí tenían. Siempre, entre todas las corderas, se seleccionaba una que se llamaba "la cordera de la Virgen" y era la que más valía y se subastaba varias veces. Los ganaderos se esmeraban al regalar la cordera porque luego era un honor decir "la cordera de la Virgen era la mía". Después de subastar las corderas se subastaban los despojos de lo que se había matado para preparar las cáñamas (pieles, huesos, sebo,...) Acabada la subasta venían los bailes: una sesión de ocho a diez y otra de doce a dos. Entre medias la cena. A estos bailes acudía mucha gente de los pueblos de alrededor.

Al final de los bailes se corría la voz "ya están los toros" y de noche, los más aficionados y especialmente la gente joven, se iban a los prados de S. Urbán a ver el ganado que se iba a lidiar al día siguiente. Estaban sueltos, por el campo, y cuidados por los vaqueros. Tampoco era raro que allí se jugase a la timba.

El lunes de la fiesta:

El lunes por la mañana todo el mundo al campo porque empezaba el encierro: con los caballos que había en el pueblo, que entonces había muchos, y los vaqueros se subían los toros y vaquillas hasta la plaza de la Laguna por el camino de Plumales. A veces se espantaban y se tardaba en encerrar los toros por que aparecían por Val. La gente que no tenía miedo esperaba por la Casa Grande, allí se estaba a la sombra esperando en grupos. Más de un susto se llevaban porque el ganado aparecía de repente y como siempre se daban avisos falsos: "que vienen, correr"... y era mentira. Cuando de verdad venían ya no se hacía caso y siempre sorprendían a alguno.

Se encerraban en la Laguna en unos corrales que todavía quedan restos. La plaza estaba hecha de postes de adobe y en los adobes apoyaban los tablaos. Encima del tablao había bancos para sentarse. Cuando empezaron a fallar los postes de adobes se empezaron a arrimar carros. Hubo años de dos filas de carros porque se juntaba mucho personal: los carros de adelante sin tablero por arriba y los de detrás con un tablero por arriba para estar un poco más altos. La empresa que cogiera la plaza compraba madera un poco inservible generalmente en Iscar y montaban la plaza: entre poste y poste de adobe se clavaban palos en el suelo y por encima se ponían los tablaos. Arriba subía el que pagaba y abajo la gente pobre del pueblo que llevaba sus sillas y banquetas para sentarse y ver el espectáculo.

Venían de los pueblos de alrededor Benafarces, Villalonso, Pobladura, Pinilla, Villavellid Castromembibre,....... de la parte de Mota menos, pero de Vezdemarbán para acá, todos. Era un gusto salir a la carretera y, como todo era a pie pues, veías venir cuadrillas y grupos sin parar de los pueblos. Toda la plaza se iba llenando. Allí estaba el ayuntamiento y las "Manolas", algunas lucían su mantón de Manila. Salían en carrozas adornadas,... era "la cla" del pueblo. Y por supuesto la música que tenía su tablao. La corrida estaba presidida por el Ayuntamiento y las diversas autoridades que estaban en un lugar de preferencia.

Venían toreros-novilleros de fama como "el Mona". que era un gran banderillero, "Rufo el barba", "los Robertos Domínguez" que serían los abuelos o bisabuelos del actual. El mismo torero del lunes estaba el martes, no dormían aquí se iban a Valladolid y volvían al día siguiente. En la plaza el matador brindaba a alguna señorita y cuando recogía la montera le obsequiaba con un dinero o algún regalo como una petaca. Porque había señoritas de dinero, de mucho sombrero, mucho mantón de Manila que se colgaban en el tablao.

El torero con la cuadrilla mataba dos novillos y luego para los aficionados del pueblo (como Isidro el torero, el torero de Pobladura, y otros) siempre había un ganado más pequeño para divertirse. Cuando se acercaban a los tablaos la gente les daba con las cachas y varas que vendían la Sra. Cipriana "la estanquera" y el Sr. Epifanio. A veces alguno se escapaba, y en fin las cosas que suelen pasar en los toros.

Ya entonces se hacía lo del carral de vino. También se solía poner una máquina aventadora en el medio de la plaza y la gente más atrevida allí se iba y hacían la diversión. Otros con un cesto de vendimia, que había tan grandes, lo atravesaban con un palo y se enfrentaban al toro, ... ... siempre alguna cuadrilla preparaba alguna ocurrencia, algún invento para preparar la broma en la plaza. Como los que llamábamos los "Garranchos", cuñados de Teodora, que eran muchos chicos y muy graciosos, animaban mucho la fiesta. Durante los toros estaba el hombre que vendía las sandías, el que vendía melocotones, que por entonces ya empezaban a madurar. También se vendían gaseosas con su bola de cristal, las consabidas golosinas de los puestos... Los abuelos de Manolita, la del pan, iban con un saco y las medidas de madera a la plaza a vender piñones: te echaba los cinco o diez céntimos de piñones. También se vendían cacharros, botijos,... todo alrededor de la plaza estaba lleno de gente. A las ferias de Valladolid no se bajaba, pero como había acabado el verano se subía a Tiedra a darse algún capricho.

Después de la corrida venía el baile: primero en la plaza de doce a dos para todo el público. Luego en el Casino para los socios y algún invitado, que para entrar había que llevar corbata. Allí las chicas iban vestidas con traje largo, de noche; y el local estaba adornado con cortinones rojos. El otro local de baile era el Salón X donde estaban las bailarinas, se venía rápidamente para coger las mejores mesas y estar mejor situados. Estos dos bailes comenzaban a partir de las dos. El Salón X se abrió en el año treinta y cinco pero antes ese baile se hacía en el pósito.

Los chicos y chicas hacían algunas limonadas para los descansos del baile y se invitaba a familiares y amigos que habían venido de otros pueblos. Se les invitaba a un refresco y a unos pasteles fabulosos de las tres confiterías que había: Silverio y Rosario, Quico y Nicolasa, y Pilar la abuela de los actuales Lisardos.

El martes de la fiesta:

El martes también había toros: el encierro por la mañana, la corrida por la tarde y el baile.

Durante el encierro, por los sitios que no había casas o vallas, los mozos se ponían haciendo "pared de carne" (así se decía), dándose la mano unos a otros para impedir que se escapasen y llegasen a la plaza. Después del encierro había carros vendiendo sandias y la gente se sentaba en grupos a comerlas, los menos se tomaban el aperitivo. En los bares esos días no se daba baraja, no había partidas, era estar a la fiesta.

Años más tarde se jugaba al fútbol por la tarde: el padre de Mariano, el de Carmina, les entrenaba a los chicos y jugaban algún partido después de la comida hasta los toros, Omar y compañía lo recordaran.

Estos días se estrenaba una batita de percal para ir a los toros que ya te valía para todo el año. Y para ir a misa se estrenaba un vestido.

Según la autoridad lo permitiera el baile de por la noche del Casino o del Salón X duraba hasta las dos o las cuatro o las seis. Al cerrar venía la Guardia Civil hacía una señal y había que ir recogiendo. En esto era muy serio Marcial.

El miércoles de la fiesta:

El miércoles había la costumbre de ir de merienda al Tayo: todo el mundo iba. Era como un final de fiesta en familia y un obsequio a los invitados que habías tenido porque se llevaba el lomo entre manteca, el chorizo, el salchichón,... todo estaba guardado exprofeso para los forasteros. Y por supuesto la tortilla y el vino. Había una chopera muy hermosa y todo el mundo disfrutábamos de ella, al otro lado de la de Saúl. Dentro de la chopera había un regato con agua fresca del Pozaco. Se pasaba muy bien.

Algún año después de la merienda había baile, rara vez. Baile particular, en el Salón X, y en vez de cobrar 50 céntimos se cobraba 15, sólo a los hombres y se remataba el día con el baile. Últimamente había cine todos estos días de la fiesta, cuando ya no había bailarinas. Los tres días del Ofrecimiento había cine. Fue un acontecimiento la película "Lo que el viento se llevó", estuvo los tres días del Ofrecimiento con gran afluencia de público, las puertas estaban espalancadas de la gente y del calor que había.

Hemos recordado unos tiempos ya pasados, que la memoria se resiste a olvidar porque pertenecen a nuestra vida. Una vida que no para de andar. Seguro que cuando lo leáis recordaréis otras muchas cosas: contárselas a los más jóvenes para que miren al futuro sin olvidar el pasado, para que entiendan mejor el presente que vivimos. Ahora la fiesta tiene "otros aires", se va adaptando a cada época. Nada más, disfrutad de la Fiesta del Ofrecimiento.

Notas de la redacción:

1ª. Hemos estado investigando de dónde viene la palabra "cáñama" y cuál puede ser su significado, y los resultados no han dado mucho fruto. El diccionario nos dice que cáñama es "repartimiento de cierta contribución, unas veces a proporción del haber y otras por cabezas". Pero esta definición no aclara mucho el sentido que aquí damos a esta palabra. Si alguno conoce su significado nos lo hacéis llegar para darlo a conocer a todos.

2ª. Este artículo ha sido posible gracias a los datos aportados por Bernardo Argüello, Benita Pastor, Mária y Mercedes González. A todos les damos las gracias.


 NUMERO 4 (SECCION HISTORIA)

NOTAS SOBRE EL MARQUESADO DE TIEDRA

por Julián Martín Arias. Madrid, Julio de 1999

 

En 21 de diciembre de 1897, el Ayuntamiento de Tiedra acordó, por unanimidad y aclamación, que se instase la concesión de un título de Marques de Tiedra a favor de don Ángel Alonso Diez natural del pueblo por haber nacido en él en 23-10-1827, aunque residente entonces en La Habana, Isla de Cuba, que fue provincia española hasta 1898. (documentos 2 y 20 del expediente de concesión)

El acuerdo que se transcribe (las fechas y textos entre paréntesis son nuestros),se tomó "en atención a los méritos que concurren en nuestro querido y distinguido paisano el Excmo. Señor Don Ángel Alonso Diez, vecino de La Habana y Coronel del Regimiento Caballería de Voluntarios de dicha capital, condecorado con la medalla del Papa Pío IX, con la Cruz del Mérito Militar (1869), con la medalla de Amadeo, idem de Constancia, con la Encomienda de la Real y distinguida orden de Carlos III (1872), otra de Isabel la Católica de número (1889 y 1891), benemérito a la Patria dos veces, gran Cruz del Mérito Militar con distintivo blanco (1897), ...; y por otra parte los señalados servicios que ha prestado a la inmensa mayoría de estos vecinos y la generosidad tan poco común que ha demostrado siempre que se ha necesitado el concurso de los hijos de esta villa para reformar el ornato público y otras atenciones benéficas, era de opinión (el Ayuntamiento) que lejos de relegar esto al olvido, deber nuestro es demostrrle nuestra gratitud, para lo cual era de opinión se le propusiera al referido ... para que se le otorgue el titulo de Marques de Tiedra ... Los señores Concejales enterados, por unanimidad y aclamación así lo acuerdan, participándoselo sin demora al interesado" (siguen los nombres de los firmantes, el entonces Alcalde Presidente, Ignacio Prieto y 10 mas).

La instancia se dirigió a la reina Regente con fecha 10 de marzo de 1900, tras la Guerra de Cuba (1898). (documento 1, siendo Alcalde, don Martín Mínguez Regaleras).

Don Ángel Alonso Díez, hijo de don Matías Alonso Martín y doña Victoria Diez y Troyo, nació en Tiedra en 23-10-1827 (por los datos que figuran en el archivo). Según se deduce de los documentos debió servir militarmente dentro de España entre los años 1843 y 1851, pasando a hacerlo en Cuba desde 1852 a 1861, y formando parte del Instituto de Voluntarios entre 1869 y 1898, en cuyo cuerpo llegó al grado de Coronel, hasta cesar la soberanía de España en Cuba. Parece, pues, que vivió en Cuba desde 1852 en que tenía 25 años de edad, pero nunca perdió su amor a Tiedra, a Castilla y a España. Contrajo matrimonio con doña Francisca Antonia Herrera y Cárdenas. Estando ya jubilado en la carrera militar, en la que se distinguió "defendiendo la madre Patria", promovió el cuerpo de voluntarios. Siendo residente en Cuba mantuvo siempre su españolismo y se preocupó de la colonia española. Precisamente esta labor le llevó a fundar, en 1885, la Sociedad Castellana de Beneficencia de Cuba, que presidió en 1886 y también entre los años 1901 y 1909 (al pie de su árbol aparecen dibujadas varias raíces con los nombres de todas las provincias de las dos Castillas tradicionales). No tenemos los estatutos de dicha Sociedad, ni las ventajas que reportaba pagar su cuota, en orden a participar de su beneficencia, pero todo índica que este señor nunca olvidó sus orígenes y ayuda en especial a los emigrantes castellanos y a los de Tiedra a volver a España, (ya fuera para quedarse, ya para poder ver a sus familias), en frases del expediente que se transcriben mas adelante. Y en cuanto al ornato pública es de suponer que este hombre financiara en parte esos bienes (como el reloj del Ayuntamiento o ¿la fuente?) que actualmente se atribuyen a los benefactores de Cuba. De todo lo cual tenían sobrada constancia en el pueblo, cuyo Ayuntamiento deseaba instar el reconocimiento, utilizando para ello el nombre del lugar mas favorecido.

Una vez iniciado el expediente, el Consejo de la Grandeza lo ¡informó desfavorablemente y se archivó sin más trámites.

Posteriormente, Ángel Alonso Díez falleció dejando un único hijo Varón sobreviviente, llamado Ángel Alonso Herrera, que nacería en 1876 (tenía 46 años en 1922), en Cuba, y que debió continuar la meritoria labor de su padre, el fundador de tales iniciativas, pero que le aventajaba en que llegó a ser un hombre de gran fortuna y más influencia.

Así pues, en 31-8-1922 (documentos 6 y 7) se reabrió, o se inició nuevo expediente, a ¡instancias de la Sociedad Castellana de Beneficencia de la República de Cuba, cursada a través de la Iegación española? esta vez en favor del hijo, casado, ingeniero civil, propietario, y vocal de la Sociedad, afirmándose en la instancia esa continuidad en los méritos del padre, aunque poniendo énfasis en los suyos propios.

Respecto de los méritos del padre fallecido, que se intentaban reconocer en la persona de su hija, el Presidente de la Sociedad añadía a lo ya expuesto que había "contribuido en todas las ocasiones que fueron necesarias, con dádivas para las necesidades de los Socios y de la Sociedad, para socorros y pasajes para España de gran número de castellanos que sin estos recursos hubieran perecido lejos de sus seres queridos, demostrando siempre un gran amor a España y un ejemplar cariño a la Monarquía, como lo demuestran los documentos que se acompañan (cita los servicios militares y recompensas).

Y continuaba "Teniendo en cuenta todos estos servicios y que el Ayuntamiento de Tiedra en diciembre de 1897 acordó proponer a Don Ángel Alonso Díez (hijo de aquella villa) para el título de Marqués de Tiedra en mérito a .." (repite los que se mencionaron de la sesión del Ayuntamiento) se solicitaba la misma gracia a favor de Don Ángel Alonso Herrera, como único hijo superviviente ... `por concurrir en el hijo todas y cada una de las virtudes del padre, siendo digno continuador de las buenas obras de aquel, contribuyendo al socorro de los Castellanos desvalidos con la cuota correspondiente concurriendo además las circunstancias muy especiallísimas de ser Español de significación en alto extremo con cuyas corrientes favorabilísimas presta a los Españoles y a España en esta República un señalado servic¡o que puede calificarse de eminentísimo puesto que siendo nacido en Cuba y en Cuba criado, conserva la Nacionalidad Española y en la campaña separatista prestó sus servicios a la patria con las armas en la mano, como Teniente de Voluntarios ... Posee además ... el titulo de Ingeniero Civil y ejerce importantes cargos en Sociedades y Empresas de gran solvencia ... guardando perfecta armonía el que obtenga por sus excepcionales méritos y aptitudes, la gracia que para él se solicita en la presente del titulo de Marques de Tiedra, para sí, sus hijos y sucesores legítimos, para conservarlo, como testimonio de conservación del Españolismo de sus antepasados, cuyos eslabones conviene conservar para la mas constante unión de España y Cuba, su hija predilecta".

La instancia se informó favorablemente, en 8-1 1-1922, desde la legación diplomática española en Cuba (Ministro de Cuba), añadiendo que "la poderosa colonia española de mi País, y todos los elementos cubanos, verían con satisfacción ..." la concesión. En nota adjunta se calificaba de nuevo al padre de "benefactor y filántropo", "cuyas virtudes ha seguido y sigue en toda su integridad su citado hijo, socorriendo a los Castellanos en espacio de varios años, por estar pobres y desear retornar a su Patria, costeándoles el pasaje y dándoles para el viaje ...", "pues eso hacia el padre ..." y que el hijo "ha inculcado constantemente a la gran armonía de que hoy gozan en Cuba, Españoles y Cubanos, amando la Bandera de la Nación Española . . . ", etc...

El expediente que se inició en 1922 tuvo varias incidencias que resultan de los informes de los órganos, que figuran en el expediente, cuya fotocopia, según práctica administrativa, no esta permitida.

Así, la Diputación de la Grandeza recordaba su voto favorable a los "enaltecimiento de las personalidades que en los países que en otros tiempos fueron parte de la Nación no olvidan favorecer el interés de España y ayudan a sus conciudadanos .... Pero hacía la salvedad de que se aportasen mas informes. Por lo que desde la legación de España se reiteraba la buena opinión de quienes conocieron al padre en vida y ahora a su hijo, siendo así que ambos "prestaron en todo momento su valiosísimo apoyo prodigando el bien en beneficio de ciudadanos, sus paisanos, con esplendidez y generosidad y dando constantemente ambos pruebas de su amor inequívoco a España defendiendo ambos con las armas en la mano a la causa de nuestra Patria ...". De nuevo los órganos del Ministerio de Justicia deseaban premiar en el hijo los servicios del padre y los propios, pero aún se pedían mas indagaciones, incluso reservadas y confidenciales "antes de que los acuerdos sean irremediables". De nuevo se contestaba que el propuesto y su esposa pertenecían a dos distinguidisimas familias de La Habana y que sus cuantiosos medios de fortuna les permitirían ostentar con decoro y dignidad el título de marqués. La puntilla definitiva la debió dar la aportación por el interesado de un acta notarial certificando el valor de sus bienes, terrenos y 25 hipotecas de fincas, entre otros, todos los cuales alcanzaban la bonita cifra, en 1924, de 17,5 millones de pesetas (a 8 pesetas el dólar de entonces). Se le dio el título, a propuesta del Directorio Militar o de su Presidente, que era Miguel Primo de Ribera, por gracia real de Alfonso XIII, en 16 de junio del mismo año 1924, para si y sus sucesores. Pagó por los derechos de Hacienda, 54.000 pesetas.

Don Ángel Alonso Herrera también tuvo un hijo que suponemos falleció sin descendencia, ya que en 1965 una descendiente de un familiar, ¿otro hijo? del padre Ángel Alonso Díez, pidió documentación para rehabilitar el título. Pero no consta que se siguiese el trámite, ni la causa, quizá por no cumplir requisitos, por lo que debe entenderse transcurrido el plazo legal que imposibilita ya tal petición. Pues, eran requisitos para la sucesión demostrar un 6º grado de consanguinidad y que no hubieran transcurrido 40 años desde que quedara vacante. Así lo establecen los vigentes Reales Decretos de 1980 y 1988. El título esta, pues, vacante en 1999.

 

 

J.M.A. Madrid. Julio de 1999.


El Tayo6_9(numeros del 6 al 9)
El Tayo10_15(numeros del 10 al 15)